miércoles, 25 de enero de 2012

Todo lo que querías saber de Piaget y no aclarabas por donde empezar a estudiarlo.

DESCARGAR EN .DOC


Estudió la formación de la inteligencia en el niño puesto que en el adulto es más complejo. Establecerá un punto de vista más evolutivo que se diferenciará, en una pequeña parte, de las teorías de la forma. Se centrará en el proceso de la creacción de la mente organizada.

El desarrollo cognitivo comienza cuando el niño va realizando un equilibrio interno entre la acomodación y el medio que lo rodea, y la asimilación de esta misma realidad a sus estructuras. Es decir, el niño al irse relacionando con su medio ambiente, irá incorporando las experiencias a su propia actividad y las reajustará con las experiencias obtenidas. Para que este proceso se lleve a cabo debe de presentarse el mecanismo del equilibrio, el cual es el balance que surge entre el medio externo y las estructuras internas de pensamiento.

Piaget pare de la convicción de que el desarrollo es el resultado de un proceso de construcción por el que el niño va edificando y corrigiendo activamente, los esquemas a través de los cuales intrepreta el medio ambiente y actúa sobre él. Dichos esquemas son el elemento básico de las formas de pensamiento, la estructura básica del conocimiento que irá evolucionando.

Todos nosotros tenemos una serie de esquemas prácticos con los cuales nos manejamos por el mundo pero no los hemos pasado al nivel del pensamiento abstracto, es decir, sobre los cuales no hemos reflexionado y que no son conscientes. Son un tipo de organización cognitiva, una estructura mental determinada.

Para que se produzca un desarrollo intelectual es necesario que se produzca una organización, como proceso de integración de las informaciones y experiencias en sistemas relacionados, y una adaptación como los modos de relacionarse de forma eficaz con el medio ambiente (ajustándose o adecuándose a las condiciones del medio).

Hay unos esquemas que se van desarrollando desde el nacimiento basados en la confrontación con la realidad, con los problemas que nos plantea el propio mundo. Estos esquemas cognitivos que se van construyendo (esquemas de acción y de sentir la realidad) se van desarrollando a través del juego de asimilación y acomodación. El desarrollo cognitivo se puede ver como un juego de estos dos procesos contrapuestos. Hay una cierta tendencia al predominio de la asimilación.

La asimilación es el fundamento para poder crear algo nuevo. Consiste en incorporar la realidad o parte de ella a esquemas mentales preexistentes. Es la incorporación de los objetos dentro de los esquemas de comportamiento, esquemas que no son otra cosa sino el armazón de acciones que el hombre puede reproducir activamente en la realidad. Podría decirse que es el proceso por el cual el sujeto intenta integrar la nueva realidad con la que se enfrenta dentro de unos esquemas dados previamente. Por ejemplo: el niño aprende a coger cosas y a partir de ahí, está todo el rato intentando coger cosas. Antes de elaborar una idea nueva sobre algo tenemos que tener en cuenta las anteriores ya conocidas, por eso decimos que la base para poder resolver nuevos problemas, es primero poder haber resuelto los esquemas antiguos.

El pensamiento de lo concreto (agarrar algo) precede al pensamiento abstracto (operaciones matemáticas). Primero desarrollamos unos esquemas para adaptarnos a la realidad, para adaptarnos, para utilizar herramientas... Es decir, previamente desarrollamos una inteligencia práctica.
El niño es muy asimilador y cuando se va haciendo mayor se va equilibrando y va desarrollando
mayor capacidad de acomodación.

La acomodación sería el proceso inverso de la asimilación. Es la fase por la cual el sujeto intenta readaptar los esquemas previamente existentes a las nuevas realidades a las cuales se enfrenta. El individuo ajusta o puede adecuar sus necesidades, a esa parte de la realidad que ha sido asimilada. Por lo tanto, implica necesariamente una modificación de la organización actual de los esquemas en respuesta a las demandas del medio y significa la adaptación del esquema cognoscitivo congénito a las variaciones del ambiente. Es el proceso mediante el cual el sujeto se ajusta a las condiciones externas. No sólo aparece como necesidad de someterse al medio, sino se hace necesaria también para poder coordinar los diversos esquemas de asimilación.

Mediante la asimilación y la acomodación vamos reestructurando cognitivamente nuestro aprendizaje a lo largo del desarrollo (reestructuración cognitiva). Interactúan mutuamente en un proceso equilibrador o regulador, de nivel más alto, que gobierna la relación entre la asimilación y la acomodación.

El desarrollo cognitivo se puede entender como un desarrollo en espiral y no lineal, entendiéndolo de este modo porque siempre se presentan los mismos desafíos pero de diversas maneras. Vas pasando por distintas fases pero siempre tocando el egocentrismo.

El fundamento del egocentrismo (forma extrema de centración) es la indistinción entre el sujeto y el mundo objetivo. Se pasa de un estado de caos y confusión a uno posterior en el cual vas obteniendo una visión del mundo más clara y coherente en la que te diferencias a ti del mundo. Para Piaget es un rasgo fundamental del ser humano y se puede considerar que todo el desarrollo cognitivo (que dura toda la vida) consiste en una especie de lucha contra ese egocentrismo, “batalla” que nunca se termina de ganar, de alguna manera siempre quedan rasgos de él.
El egocentrismo se va refugiando muchas veces en el mundo de la ensoñación. El niño a menudo confunde sus pensamientos y sus ideas con la realidad. Se produce un flujo de ideas. A menudo no son conscientes de si les ha pasado a ellos, lo han visto en la TV, se lo han contado...

Vemos como hay un desequilibrio entre asimilación y acomodación. El niño es muy asimilador y cuando se va haciendo mayor, se va equilibrando y va desarrollando mayor capacidad de acomodación. Según se va superando esta tendencia de dar prioridad a la asimilación, se va superando la centración.

Por ejemplo, si un niño ha visto por primera vez a una mula y, emocionado, lo señala y lo llama caballo, estará usando su esquema anterior conocido (asimilación) para explicar esa realidad. Sus padres tendrán que explicarle que ese animal se llama de otra manera y por lo tanto deberá hacer un esfuerzo (acomodación) para entender la estructura mental nueva (ese animal es distinto a pesar de parecerse al caballo).
Decimos que la equilibración es un factor interno, pero no genéticamente programado.
Es, según Piaget, un proceso de autorregulación, es decir, una serie de compensaciones activas del sujeto en reacción a perturbaciones exteriores. Es el modo a través del cual unas formas de equilibrio superan a otras, anteriores y de las cuales proceden. El proceso de equilibración entre asimilación y acomodación se establece en tres niveles sucesivamente más complejos: 1. El equilibrio se establece entre los esquemas del sujeto y los acontecimientos externos. 2. El equilibrio se establece entre los propios esquemas del sujeto 3. El equilibrio se traduce en una integración jerárquica de esquemas diferenciados.

En el ejemplo anterior, el hecho de que el niño llame caballo a la mula proviene, previamente, de unas formas de equilibrio que anteriormente ha elaborado a través de asimilación y acomodación. Superar esa forma de equilibrio ya instalada para establecer otra nueva, generará un conflicto cognitivo, y será el proceso de equilibración el que esté a cargo de la función de reorganizar las estructuras del niño.

Damos paso al proceso de Descentración, que consiste en ver un mundo objetivo que tiene sus propias normas sociales y naturales a las cuales hay que hacer el esfuerzo de ajustar tus esquemas a esa realidad.

La superación progresiva del egocentrismo será la teoría del interacionismo simbólico.

Resulta muy importante la progresiva socialización del sujeto. En la medida en la que te vas confrontando con otros, vas aprendiendo que hay personas que tienen otros puntos de vista distintos y que no son los mismos que los tuyos. Es decir, la progresiva socialización del niño dentro de un sistema de relaciones sociales, resultará tanto o más potenciador de la superación de la centralización en la medida en que estas relaciones sociales sean más igualitarias (por ejemplo, en los juegos donde todos tienen los mismos derechos).
La moral preconvencional sería la primera forma de superar un poco el egocentrismo. El acceder a la primera norma social (un juego), es decir, socializarse, es un primer paso de descentralización.

Es en este momento donde vemos el primer paso del proceso de equilibración entre asimilación y acomodación. Cuando el equilibrio se establece entre los esquemas del sujeto y los acontecimientos externos. Añadir la interacción con los otros (acontecimiento externo) da lugar necesariamente a una adaptación por parte de todos los individuos que desarrollan el juego. Ya no valen los esquemas asimilados puesto que se crea la “obligación” de conocer la nueva norma social generada por dicho entretenimiento.

A este proceso de superación del egocentrismo, el cual define el entendimiento de las formas de organización entre sujeto y su medio, se le une el de la adaptación. El equilibrio dinámico de la adaptación será una relación entre asimilación y acomodación. El “juego” de ambos será fundamental tanto para el proceso de equilibración, como para el desarrollo cognitivo el cual será constante.
El constante ir y venir de la superación del egocentrismo (o no si los esquemas son válidos), será un mecanismo de adaptación al medio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario